El Noa Noa

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“Hasta el más rockero, se sabe una de Juan Gabriel” Rolando Montemayor

M.E. Sergio Arévalo; Comunicólogo
M.E. Sergio Arévalo; Comunicólogo

Todos en la fiesta son “machos viriles pelo en pecho lomo plateado” hasta que suenan las de JuanGa. No existe fiesta hasta el momento a la que haya acudido en la que los ánimos no se levanten cuando se empiezan a escuchar las canciones del divo de Juárez, un hombre que sabía animar y a la vez tocar las fibras más sensibles de nuestros corazones.

Fue el pasado domingo 28 de agosto cuando  los medios de comunicación tradicionales y digitales difundieron la noticia que el también actor y productor había fallecido a causa de un infarto a los sesenta y seis años (espero no empiecen a sacar que es una señal al ser casi un número diabólico 66…,), los comentarios de sus seguidores no se dejaron de esperar y los compradores de boletos de sus próximos conciertos se multiplicaron en masa…así como la misma imagen de boletos de más de $3,000.00 en su valor, lo cual me pone a pensar la inmensidad de  personas que iban a entrar en los diferentes recintos ¡plop!

Sabías que… su nombre real era Alberto Aguilera Valadez, un nombre tal vez importante para la credencial del INE o para el pasaporte, pero por más que  lo quieran decir como dato interesante en los reportajes y especiales que saldrán en próximas fechas en los distintos medios de televisión, para nosotros no será ni Alberto ni Aguilera ni nada de eso, para nosotros será Juan Gabriel, Juanga para los amigos y sobre todo para todos aquellos que cantaron con el corazón sus canciones.

Fue en el año del 2002 cuando el cantautor en una entrevista con Fernando del Rincón conductor titular en aquel momento del programa “Primer Impacto” le respondiera al momento de cuestionarle sobre su sexualidad “dicen que lo que se ve no se pregunta, mijo”, su contestación no fue por sentirse apenado de sus preferencias sexuales, sino porque durante su trayectoria procuró no darle juego a los periodistas que buscaran información con fines amarillistas porque ultimadamente sí se hubiese declarado que es gay o no ¿Cambiaba su forma de  cantar? ¿De componer  esas letras que nos enchinan la piel cada vez que las escuchamos?

Alberto Aguilera fue originario de Parácuaro, Michoacán, algo que puede llamar la atención a muchos de sus seguidores, por su apodo “El Divo de Juárez, pero sí fue en esa ciudad en la que pasó parte de su infancia y adolescencia, a final de cuentas su ciudad de origen es lo de menos, lo importante es ¡que es y será un orgullo mexicano!

El cantante tuvo familia, a la que protegió del escándalo y la difamación lo más que pudo. La prensa aprendió a respetar su silencio al momento de querer sacar información sobre ese tema, tuvo un amor en Torreón del cual nacieron cuatro hijos, ninguno de ellos siguió los pasos de su padre por lo que la herencia de Juan Gabriel para su público serán sus letras, recuerdos y claro la pasión con la que se entregó al arte.

Uno de los grandes de México se fue, en la mesa de la prensa rosa y amarrilla su nombre será fruto de N publicaciones, los artistas lo veneran, los compositores lo aludan, mientras que la crítica especializada empieza también a preguntarse ¿quién podrá,

 si bien no imitar, pero si luchar por poner igual de en alto a la música mexicana como lo hizo Juan Gabriel? Para algunos la respuesta sigue en el aire, otros prefirieron ya mejor no cuestionarse.

“Yo no nací para amar”, “Amor eterno”, “Abrázame fuerte”, “Siempre en mi mente”  entre otras serán muchos de los tesoros que Juan Gabriel nos deja, un hombre que nació para el arte, que triunfó a lo grande, en  Los Ángeles lo conmemoran con su propio día festivo el cinco de octubre, yo no sé ustedes lo conmemoraré siempre con un tequila  al final de la quincena cantando  “No tengo dinero” y en mis momentos sensibles “Te sigo amando”, ¡Hasta pronto maestro!

“Hasta el más rockero, se sabe una de Juan Gabriel” Rolando Montemayor

Por: Sergio Arévalo <arevaloas@gmail.com>

@sergioharevalo

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