Entre el 24 y el 25 de diciembre de este año recibí más de 500 respuestas al mensaje que envié por WhatsApp: “En estos días y siempre te deseo mucha luz y armonía para ti y tu familia. Que el próximo año esté lleno de prosperidad y salud. Y sobre todo, te deseo que seas feliz. Bien lo dice el filósofo y crítico literario Walter Benjamin: ‘ser feliz significa descubrirse a sí mismo sin temor’. Estos días de encuentros con nuestros seres queridos son la gran oportunidad para ello.

Por su parte, el poeta Pablo Neruda lo expresa de otra forma: ‘para no morir hay que encontrar gracia en sí mismo’. Gracias infinitas por tu amistad. Con mucho afecto”.

La respuesta número 500 la recibí de mi amigo el empresario Édgar Ríos Zapata: “Salvador, recibe una cálida felicitación por esta magnífica y escogida recopilación de tus artículos –se refiere a mi más reciente libro–. Lo disfruté este fin de semana, de su lectura, la cual se me fue como agua en las manos por lo ameno, educativo y porque evoca también a mis ancestros. Gracias por compartirlo. Saludos, feliz Navidad y mejor 2017”.

El primero fue Rubén Favela Torres, maestro universitario: “Buenos días, ingeniero, el orgullo de tenerlo como amigo es mío, reciba bendiciones, y un fuerte abrazo. Siempre podrá contar conmigo. Feliz Navidad”.

A continuación, les comparto varios de los mensajes recibidos. De Velia Ruiz Múzquiz: “Aunque no veamos a algunas personas con frecuencia, sabemos quién nos tiende la mano y podemos contar con ellos”.

A la vez,  Gricelda Reséndiz Flores escribió: “Gracias a usted, ingeniero, por todas sus atenciones, sinceramente le deseo muy felices fiestas decembrinas, pero sobre todo, salud y bienestar para usted y su familia. ¡Un abrazo!”

Desde Alemania, Yamil Darwich me expresó: “Feliz Navidad y próspero 1993. Les desea la Asociación Mexicana de Alzheimer. No recuerdo quiénes son ustedes, pero me caen súper bien. De nuevo que tengan un muy feliz cumpleaños y oren mucho en esta Semana Santa. Y, ¡que viva el carnaval!”

Por otra parte, Ángel Morales redactó el siguiente mensaje: “Mi estimado Salvador, recibe con afecto mis mejores deseos para esta Navidad, que además de salud, paz y amor, también deseo para ti, realizaciones y satisfacciones”.

Y Eduardo Lara Alcalá: “Muchísimas gracias e igualmente le deseo una feliz Navidad y un próspero año nuevo al lado de toda su familia. Que el próximo año que está por empezar se cumplan todos sus propósitos. Y que Dios lo bendiga a usted y a toda su familia. Un afectuoso abrazo”.

Olga Rumayor me mandó el siguiente texto: “¡Me encanta cómo lo expresa! Yo también le deseo que sea muy feliz y le agradezco su amistad y que nos siga regalando con sus palabras un año más. Un abrazo”.

Mercedes de Vega, directora del Archivo General de la Nación, vivió en Viesca, Coahuila, cuando estudiaba la primaria, su papá fue gerente de la desaparecida fábrica de sal, donde se elaboraba la “Sal Hada”. Ella tiene excelente recuerdos de mi Pueblo Mágico, y me compartió: “Estimado Salvador, gracias por recordarnos que hay seres sensibles, como tú. Y que todavía podemos esperar algo de esta desorientada humanidad. Un abrazo desde territorio mexica, hasta tierra coahuilense”.

A continuación, comparto las palabras de Javier Castañeda Lazalde: “En estos días es inevitable pensar en los familiares, amigos, colegas y compañeros de trabajo. Sin embargo, este pensamiento es para mis amigos: un amigo cuando es feliz desprende parte de ello y lo comparte, transfiere esa felicidad, buen humor y actitud positiva hacia el futuro, por ello, me gusta ver a mis amigos y amigas felices, porque sé que me lo transferirán de un modo u otro. Así que, amigos míos, les deseo mucha felicidad, porque de ello también depende la mía, y por mi felicidad te pido que seas feliz, porque condiciono mi felicidad a la tuya. Amigo… te deseo la mayor de las felicidades y que logres todos y cada uno de tus deseos este próximo año”.

José Luis Triana Sosa: “Muchísimas gracias, le envió con mucho cariño un abrazo y le agradezco que durante todo el año tuve el agrado de recibir mensajes de gran interés, otros de buenos deseos, muchísimos de aliento y esperanza, artículos y presentaciones de libros, es una dinámica, la suya incansable y eso, aunado a su trato cálido y cercano, ha despertado en mí una admiración y afecto. Feliz Navidad”.

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