En la Feria Internacional del Libro de Arteaga 2015 (FILA), tuve la oportunidad de presentar el tomo tres de la obra reunida de José Revueltas. Aprovecho este espacio para compartirles mis comentarios sobre este tema.

Lo que más me impactó de sus trabajos literarios, que he tenido oportunidad de leer, es su capacidad para narrar sin pérdida de detalles, en diferentes tiempos y espacios entretejidos.

Revueltas es capaz de abarcar la realidad tal y como la percibe, en toda su dimensión. Capta tanto lo perceptible como lo imperceptible para el común de los mortales, como es el caso del que esto escribe.

Qué manera de describir los hechos en sus narraciones, los sucesos, la alegría, el dolor, el hambre, el sueño, el miedo, el deseo, la vida dentro y fuera de la prisión, la naturaleza, la noche, el amanecer, la muerte, el nacimiento, el encierro, la sed, el parto, la lluvia, las enfermedades, la pobreza, las disputas. Incluso hasta el silencio.

Parece que sus novelas cortas, sus cuentos, sus narraciones, carecen de objeto, de sujetos, ¿por qué no decirlo?, al principio parece que no hay narración, luego todo se entreteje, adquiere forma. Va armando sus relatos por partes, como piezas de un rompecabezas; a veces pareciera que no tienen “ni ton, ni son” y a saltos la estructura narrativa adopta su forma. El fin del relato parece obra de la probabilidad, no de la lógica narrativa cronológica, como si fuese producto de saltos cuánticos, en los que no hay trayectorias, ni pasos a seguir. Es una nueva concepción para narrar. Solo producto de una mente con iluminación profana.

En su narración entrelaza a la vez otras pequeñas historias. Las diferentes historias de los distintos personajes en un momento y en un espacio dado coinciden. Pero cada historia, en cada narración, es una historia independiente de las otras, cada quien asume su realidad en un contexto que parece sin conexión con los demás, pero en una ingeniosa vuelta de tuerca, las coloca en un solo escenario y a un mismo ritmo.

La manera de detallar cada acción es como una calca de la misma, son muy meticulosas las descripciones. No se le escapa nada de cuanto sucede, narra hasta lo imperceptible para el ojo común. La forma de desentrañar los acontecimientos hará pensar que posee instrumentos internos y un método que le permitan tomar nota de todo detalle.

Qué capacidad para hilar una narración sobre el llamado de la muerte. Hay un momento en que parece en el cuento sobre “Lo que solo uno escucha”, que la narración es sobre la consumación del músico y no sobre su muerte.

Finalmente, del cuento “Dormir en tierra” comparto esto:

“Al extremo de la fila de los sin trabajo uno de ellos se deslizó a espaldas de la prostituta, perversamente alegre, agazapado, en tanto pedía silencio con el índice sobre los labios, dispuesto a ejecutar alguna divertida broma que los demás aguardaban ya, con un brillo cómplice en los ojos y cierta sonrisa llena de envidiosa admiración.

“Se aproximaba con una cautela maligna, anhelante, las comisuras de la boca distendidas hacia abajo y la actitud de quien contiene la respiración, sucio y cómico, sin que la Chunca pudiese advertirlo. Aquello sucedió con una desenvuelta rapidez, jubilosa y brutal, en medio de los aullidos frenéticos, casi dolientes de gozo que lanzaban los sin trabajo. El hombre había logrado levantar la falda de la Chunca y hacerle una prolongada caricia obscena, entre la carne desnuda, pero con una suerte de tal maestría, que el espectáculo resultó para todos algo de lo más extraordinario que habían visto nunca en su vida. Una espesa felicidad les resbalaba por dentro, una dicha llena de rencor que salía de sus gargantas en esos alaridos agrios y sexuales, como en un velorio, en igual forma que si al mismo tiempo estuviera ahí, de cuerpo presente, algún difunto muy triste y suyo, y ellos debieran llorar con una furia misericordiosa y arrebatadora, despojados para siempre por el amor de Dios. Igual que en la iglesia, igual que cuando se arrodillaban en la iglesia”.

La producción literaria de José Revueltas incluye novelas, cuentos, ensayos, crónicas, guiones de cine, obras de teatro y poesía. Sus estudiosos sostienen que si se hubiese dedicado “en serio” a la escritura, habría llegado muy lejos. Sin duda fue poseedor de un gran pensamiento crítico y una pluma prodigiosa.

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